Capítulo 13

Él adoptó una expresión fría: —Sal. Sofía hizo un puchero y se quejó con coquetería: —¡Ahora somos pareja, ¿qué tiene de malo dormir juntos?! Al ver que seguía indiferente, se le llenaron los ojos de lágrimas: —¡Si me echas, voy a llorar! Felipe cerró los ojos por un momento, y al final cedió. Sofía sonrió triunfante y sacó de debajo de la almohada un montón de papeles de cartas amarillentos y un cuaderno de dibujos. —¡Hermano, mira! ¡Estas son las cartas de amor que te escribí en mi adolescencia, y también dibujos que hice! — Dijo emocionada mientras le mostraba las cartas. [Hoy mi hermano volvió a sonreírme, me gusta tanto...] Después de leerlo, lo abrazó con fuerza y se restregó felizmente contra él: —¡No puedo creer que tú también me quieras, soy tan feliz! Felipe guardó silencio durante un buen rato y, de repente, habló: —Casémonos. Sofía se quedó completamente paralizada y lo miró alzando la cabeza: —...¿Qué? Felipe repitió: —Sofi, casémonos. Sofía se alteró: —¿No es demasiado rá