“Hay…den…” gemí antes de que un gemido escapara de mis labios.
Sonidos húmedos y lascivos llenaron mis oídos cuando Osirio desvió su atención de mi cuello a mi oreja. La mordisqueó antes de succionar con fuerza el lóbulo. Su lengua entró en mi oído y comenzó a lamerme mientras su mano me apretaba el trasero. Me mordí el labio inferior mientras gemidos de placer cada vez más fuertes escapaban de mis labios. Mi cuerpo se estaba poniendo caliente y jadeaba mientras él seguía seduciéndome y excitándome.
"Apoya la mano en la pared e inclínate... listo. Saca más el culo...", me ordenó Osirio mientras sus manos me agarraban las caderas y me acercaban.
Podía sentir su presencia cerca de mí antes de sentir su mano en mis pechos. Un ligero escozor me recorrió los pechos cuando empezó a masajearlos con fuerza con su mano grande. Dolía un poco, pero empezaba a sentirse muy bien. Sentía como si mi suave piel se derritiera en su mano grande mientras la apretaba y amasaba. Mis pezones se endurecieron