Capítulo 264
"¿Cuántas veces te has encontrado con el perro desde entonces?" preguntó Osirio.
“Incontables veces. Le di un montón de bocadillos al pequeño Osirio y se enamoró de mí…”, dijo Harvey, con un poco de orgullo.
—Más bien se enamoró de los bocadillos. Entonces, ¿cómo entró el perro en esta habitación? —continuó preguntando Osirio.
—Siempre le dejo la puerta abierta por si aparece. Suele hacerlo... —respondió Harvey con naturalidad.
—Dejaste la puerta abierta. Lo sabía —dijo Osirio, entrecerrando los ojos y mirando a su hermano con desaprobación.
—Si no la dejé abierta, ¿cómo pudo entrar el pequeño Osirio? Gracias a tu advertencia, nadie en su sano juicio entraría siquiera al pasillo de mi ala —dijo Harvey con una leve queja.
“Algunas chicas no están en sus cabales…” murmuró Osirio como si hablara consigo mismo.
—¡Jaja! ¡Claro que sí! —dijo Harvey tras reírse a carcajadas.
—Te das cuenta de que es tu culpa, ¿verdad? Te relacionaste con ese perro a sabiendas. Luego entró corriendo y Margarit

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda