Capítulo 306

—No confío en nada de lo que dijo, y tú tampoco deberías. No le hagas caso a él ni a sus palabras —dijo Osirio con calma. Si pudiera controlar mi mente con precisión, eso era lo que quería hacer. Sin embargo, no siempre fue tan fácil. La curiosidad era como una maldición. —Ven aquí —dijo Osirio invitándome mientras me hacía señas para que me acercara. Me pregunté qué querría. De todas formas, decidí ir obedientemente hacia él. Me quedé junto a su asiento un instante antes de que sus manos me subieran a su regazo. “Osirio…” susurré su nombre con ligera sorpresa. “Déjame abrazarte un rato…” murmuró cerca de mi oído. Sus brazos alrededor de mí me sostuvieron fuertemente en su abrazo antes de darme vuelta para que pudiera acomodarme más cómodamente en su regazo con mi espalda contra su gran y cálido cuerpo. "¿Estás cansado?", pregunté mientras me apoyaba un poco en él. “No realmente…” respondió Osirio con calma. Me besó la sien suavemente antes de que sus manos comenzaran a explorar las cu