Capítulo 34

Cuando desperté, sorprendentemente, estaba de vuelta en mi propia habitación con una manta sobre mi cuerpo. ¿Osirio me habría traído hasta aquí? Probablemente, él me había llevado. ¿Quién más podría haberlo hecho? Tenía recuerdos muy confusos de la noche anterior, por lo que debí haber caído en un sueño profundo antes de despertarme aquella mañana. Lo último que recordaba era que ... Osorio había provocado que tuviera varios orgasmos como parte de su castigo… y mi cuerpo todavía sentía las consecuencias. Aún restaban 25 días más con Osirio en aquel ático. Ese fue el primer pensamiento que cruzó por mi mente al despertar. De hecho, no había puesto un calendario para tachar los días que habían pasado porque no era necesario, ya que los contaría con precisión hasta que aquellos tortuosos 30 días terminaran y pudiera volver a mi vida normal. A continuación, me duché, me vestí con ropa informal y salí de mi habitación. Esa se había convertido en mi rutina matutina desde que me había mudado