Capítulo 356
Lentamente, el anciano se levantó de su asiento y se acercó a Enzo. Extendió una mano y la colocó firmemente sobre su hombro antes de inclinarse para hablarle más cerca.
“El precio de su libertad puede ser alto, pero estoy dispuesto a pagarlo. Dos veces. De ahora en adelante, deja que ella elija qué y quién quiere ser…” susurró el anciano antes de asentir con firmeza.
Los ojos de Enzo miraron profundamente a los ojos del Jefe, y se vio obligado a comprender por qué este anciano era el mejor amigo de Jugo.
…
El rugido de mi estómago me indicó que había pasado mucho tiempo desde la última vez que comí. Debía de haber pasado casi un día desde que me arrojaron aquí. Tenía frío, sueño y mucha hambre. ¿Moriré de hambre? Tenía la garganta seca y empezaba a marearme. Quizás muera primero de deshidratación.
De repente, se oyó un sonido de metal rozando o golpeando contra metal, y enseguida me di cuenta de que venía de afuera de la puerta. ¡Alguien está aquí!
“¡Ayuda por favor!” grité, pero mi v

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda