Capítulo 360

—Sí, parece estar bien. Procederemos con el intercambio —declaró Osirio rotundamente, mientras les hacía un gesto lento con la mano a sus hombres para que se acercaran con el dinero. ¿Qué pasa ahora? "¿Puedes ponerte de pie?" preguntó Osirio suavemente. No creía poder, así que negué con la cabeza, impotente. La verdad era que, aunque pudiera ponerme de pie, no podía caminar, lo que me convertía en una gran carga. Mi libertad estaba justo al otro lado, donde estaban los hombres de Osirio, pero parecía tan lejana e imposible de alcanzar con los pies así atados. —Aléjate de ella, Iker —ordenó fríamente el líder. De repente, todas las armas estaban desenfundadas y apuntaban a Osirio. Sentía un mareo y pensé que me iba a desmayar solo con verlo. Esto no podía estar pasando. Una muestra de agresión solo conducía automáticamente a otra, y todos los hombres de Osirio desenfundaron sus armas y apuntaron a los enemigos. Empecé a rezar y ni siquiera sabía qué pedía exactamente. Por favor... ¿no d