Capítulo 367

"¿Qué haces? Déjame ayudarte...", me ofrecí rápidamente. No debería moverse demasiado con esa herida en el hombro, ¿verdad? Osirio me detuvo con una mano y volví a sentarme en mi silla de ruedas. Fue curioso cómo terminamos los dos en este estado y juntos en el hospital. El hecho de que Osirio pareciera estar de buen humor era probablemente lo único que me mantenía en pie. Observé con cierta confusión cómo Osirio parecía intentar alcanzar algo antes de volverse hacia mí. —Dame la mano —ordenó Osirio mientras me la extendía. Confundida, puse mi mano derecha sobre la suya. Eso hizo que Osirio negara con la cabeza consternado antes de suspirar. ¿Cómo iba a saber lo que quería? —Tu mano izquierda, Margarita —dijo Osirio mientras sus ojos azules me sonreían. “Oh…” murmuré antes de colocar mi mano izquierda en la suya. “Aquí tienes…” dijo Osirio casualmente. Me tomó la mano izquierda y sentí que algo se deslizaba sobre mi dedo anular. Parpadeé sorprendida cuando su mano se apartó para revela