Capítulo 38
Cuando llegamos a nuestro siguiente destino, resultó ser uno de los hoteles de lujo más famosos de la ciudad. Osirio estacionó su automóvil justo en frente de la entrada del vestíbulo del hotel, donde un ayudante vestido con un traje negro vino a asistirlo. Sin decir una palabra, Osirio puso su mano en mi espalda y comenzó a guiarme hacia el hotel.
"No actúes tan nerviosa…", murmuró Osirio, cerca de mi oído.
"No es que pueda evitarlo…", me justifiqué, también en un murmullo.
¿Cómo no iba a estar nerviosa? Sentía que estaba a punto de sufrir un colapso mental o un ataque de pánico en cualquier momento. Todo acerca de ese escenario y esa situación me hacía sentir fuera de lugar, como pez fuera del agua.
"Osirio... no puedo hacer esto... lo siento mucho", musité, a la vez que de improviso me detenía en seco.
"Sí, tú puedes. Te ves tan hermosa esta noche que podría confundirte con un ángel que descendió del cielo a la tierra", susurró Osirio, en mi oído.
"Eres tan malvado...", siseé. Aunqu

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda