Capítulo 395
“¿Podemos… esperar hasta llegar a casa?” pregunté, aunque sabía que era inútil.
—Pensé que apreciabas las cosas que hice por ti hoy —dijo Osirio casualmente mientras daba unos pasos lentos hacia mí.
Instintivamente, retrocedí unos pasos hasta que sentí la dureza del escritorio de madera contra mis muslos. Respiré hondo para tranquilizarme al darme cuenta de que, obviamente, no tenía adónde ir.
“Estoy agradecido…” respondí.
—Entonces, ¿qué tal si me recompensas un poco por mis esfuerzos? —sugirió Osirio.
No es que pudiera negarme, pero esto era solo un poco...
—No creo que debamos hacerlo en un lugar como este. Al dueño del edificio le importará... —expresé mi preocupación.
—No si decidimos alquilar el lugar —respondió Osirio con indiferencia.
“Lo cual aún no hemos decidido…” señalé.
—Bueno, nadie tiene por qué enterarse. Si no lo dices, yo tampoco... —susurró Osirio seductoramente con su cara justo frente a la mía antes de presionar suavemente con su dedo índice mis labios.
Se mueve de

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda