Capítulo 60

Doblé las piernas y separé los muslos, dejando mi v*gina claramente expuesta ante Osirio, tal como él me había indicado. No tenía sentido seguir resisiténdome. Quería… que él me proporcionara más placer. Mi cuerpo estaba tan caliente que yo no podía esperar para satisfacer mi lujuria. "Relájate, Margarita. Recuéstate sobre mí… te haré sentir tan bien", me susurró al oído y luego me chupó el lóbulo de la oreja con delicadeza. Hice lo que me indicó. Cerré los ojos y traté de relajarme mientras me recostaba sobre él; sentía en mi espalda el calor de su pecho. Escuché que él exhalaba un suspiro de satisfacción en cuanto sintió mi cabeza apoyada en su hombro. “Osirio…”, dije con un suspiro. El agua tibia me ayudó a relajarme; él también parecía haberse relajado ligeramente. Sentí que besaba mi cabello con delicadeza; luego, su mano comenzó a acariciar la piel suave y sensible de la parte interna de mi muslo. Su mano estaba tan cerca de mi húmeda entrada femenina; mi cuerpo se estremeció ant