Capítulo 12

Su vida de estudios en el extranjero, con la compañía de Manuel, parecía ya no ser tan dura. Los dos asientos contiguos en el laboratorio se convirtieron en su lugar más habitual, y los días transcurrían tranquilos y ocupados. Nuria se sumergía en el mundo académico, intentando llenar todos los espacios vacíos de su mente con su trabajo. No pasó mucho tiempo antes de que se abriera la inscripción a un concurso internacional de cierta envergadura. Nuria dudó un poco, pero Manuel le dio valor. —Eres muy buena, ¿por qué no intentarlo? Es una gran oportunidad. Finalmente, con su apoyo, Nuria entregó el formulario de inscripción. El proceso de preparación resultó mucho más duro de lo que imaginaba. Incontables noches, Nuria se quedaba en el laboratorio frente a la pantalla del ordenador, revisando sus propuestas. Un día, mientras Nuria estaba frustrada, la puerta del laboratorio se abrió suavemente. Manuel entró con comida, colocándola delicadamente junto a ella. —No te esfuerces demasiado,