Capítulo 23

Me acerqué a la casa con una sensación de satisfacción en el pecho. Reece podría ser mi salvación. Sí, estaba decepcionada por este papel de profesora, pero tal vez podría buscar a alguien más cercano a la antigua manada de su madre a la que planeaba mudarnos. Vaya. Un compañero elegido. Un guerrero guapo también. Uno al que realmente le gustaba el hecho de que había obtenido mi título. —Está bien tomarlo como compañero de elección, ¿no? —le pregunté a Skylar. —El compañero predestinado no nos quiere. Nos rechaza. Este compañero sí nos quiere —responde Skylar casi ronroneando. Creo que es seguro decir que estaba igual de contenta. Había sentido que se encariñaba con Reece a medida que pasábamos tiempo juntos. Siempre había estado en contra de construir vínculos estrechos con otros lobos machos con la esperanza de que Apolo nos quisiera de vuelta, pero una vez que nos rechazó, la lastimó enormemente. El dolor que le causó casi la derribó. Pero, al final, lo logramos. Con suerte, Reece p