Capítulo 86

Me acosté en la cama, que ahora parecía mi prisión, ya que estaba en reposo absoluto. Se estaba volviendo más que un poco aburrido. Cansino. Repetitivo. Si este bebé no sale pronto, voy a comenzar a empujar y esperar lo mejor. No me importa si las contracciones han comenzado o no. Voy a forzar al pequeño bicho a salir. No creo que pueda estirarme más. Y por mucho que ame a mi compañero, me irrita. Me mata con amabilidad. Sin mencionar la estupidez. “Aww, ¿te duele cuando el bebé hace esto?” “Cuando el bebé hace pis dentro de ti, ¿a dónde va?” comentarios como ese se estaban volviendo algo habitual, y yo estaba perdiendo la paciencia… aunque su comentario favorito últimamente había sido, “Sabes que dicen que el sexo provoca el parto…” Ah sí, ¡porque me siento increíblemente sexy ahora mismo! Rezumando atractivo sexual por todos y cada uno de los poros… ¡Soy del tamaño de una ballena varada! ¡Juro que vuelve a acercarme esa cosa en cualquier momento y me la voy a cortar! Es por esa cosa