Capítulo 91

Cuando Ignacio obligó a Sergio a decidir, él ya había imaginado que Clara se enfadaría por ello. Clara soltó una risa sarcástica: —¿A mí qué me importa a quién elijas? Mi vida solo puede estar en mis propias manos; nadie tiene derecho a decidir sobre mi muerte o mi supervivencia. Al observar la firme silueta de Clara, Sergio descubrió que cada vez comprendía menos a esa chica. El último recuerdo que permanecía en su mente antes de perder el conocimiento era el de la asfixia provocada por la falta de oxígeno. En aquel instante entre la vida y la muerte, Clara se lanzó hacia él sin dudarlo y, a través de un beso, le dio el oxígeno que necesitaba, devolviéndole una posibilidad de sobrevivir. —Clara, lo creas o no, nunca quise elegir entre tú y Amelia. Sergio no solía dar explicaciones a nadie. Sin embargo, en ese momento temía que Clara entendiera cualquier cosa. Clara le tendió un pescado asado: —Come algo primero, necesitas recuperar fuerzas. En tu estado actual, hablar de más solo empe