Capítulo 97
Carlitos quería negarse.
Quería cuidar personalmente a su mamá.
Pero antes de que pudiera insistir en hacerlo, Diego lo tomó con firmeza y lo llevó hasta la habitación, amenazándolo al mismo tiempo: —Si no vas en este momento a bañarte y dormir, mañana le diré que fui yo quien la trajo a casa.
—Tú... —Carlitos quedó sorprendido.
—Date prisa. —lo apuró Diego.
Carlitos permaneció inmóvil en su lugar: —Te espero.
Diego no insistió más. Tomó enseguida el desmaquillante y regresó al dormitorio, comenzando con destreza y suavidad a retirar el maquillaje del delicado rostro de Silvia. Prestó especial cuidado y delicadeza alrededor de sus ojos y labios.
Al terminar, utilizó una toalla húmeda para limpiar cuidadosamente su rostro, asegurándose de no dejar ningún residuo de maquillaje.
Carlitos observó todo en absoluto silencio. En su mente surgieron de forma espontánea recuerdos de aquellas veces en que mamá regresaba tarde de algún evento con papá y se quedaba dormida en el auto. Papá, igual q

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