Capítulo 44

Punto de vista de Regina No podía preguntarle eso. Lo único que conseguiría sería arruinar el momento. Además, me había prometido disfrutar de mis últimos días con él, antes de que todo se fuera a la mi*rda. Su tierno beso me sacó de mis pensamientos. Todo él era tan cálido y dulce. A pesar de que nuestros cuerpos no se tocaban, podía sentir el calor que irradiaba su ser. Bueno, había una parte en la que nuestras pieles se encontraban: sus manos estaban sobre mi cara. Y de pronto, sentí algo suave y cálido sobre mi muslo, que comenzó a elevarse poco a poco. Con cada segundo que pasaba parecía que se hacía más grande y grueso. «¡Por Dios! No puedo creer que quiera otro round», me dije al notar que su p*ne rozaba mis labios vag*nales. Era como si me tentara a propósito. Lo siguiente que supe fue que su er*cción estaba completamente presionada contra mi cuerpo. Se acercó más a mí, apretando su cálido, duro y descomunal mi*mbro sobre mi vientre. Me sorprendía el contraste entre su pétreo s