Capítulo 90
Después de que se fueron, Raúl se tocó la barbilla y analizó por un rato.
—Parece que esas personas no fueron enviadas por Pablo. Si nos desprecia tanto, ¿cómo podría molestarse en hacer algo así?
—Cuando salgan los resultados del concurso de matemáticas, si a todos nos va mal, entonces él se sentirá satisfecho, así que no había necesidad de que enviara a alguien para detenernos.
—Entonces, ¿quién demonios quiere impedirnos que hagamos el examen...?
Camila cruzó con tranquilidad los brazos y se recostó en la pared, recordándole con indiferencia: —No nos están deteniendo a nosotros, solo te están deteniendo a ti.
Raúl, resignado, dijo: —Está bien, es mí. Entonces, ¿quién quiere detenerme a mí?
El profesor Juan llegó corriendo sosteniendo dos vasos con medicina para el resfriado.
—Bébanlo rápido mientras está caliente, no se resfríen.
Raúl lo abrazó del hombro y, sonriendo, dijo: —Profesor Juan, cuando gane el primer lugar, ¿con qué me recompensará?
Juan se rio tontamente, con alegría. —

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda