Capítulo 103
Inmediatamente miré a Adrián y regañé a Sofía: —¿Estás confundida, qué dices?
—No estoy confundida, digo que ustedes son unos adictos al trabajo, siento que no puedo más—Sofía se dejó caer en el asiento del auto.
—No puedes rendirte, aguanta un poco más —revisé la zona de pruebas que quedaba; según el progreso actual, solo faltaban diez días.
—¿Cuánto tiempo queda? —Sofía parecía no querer resistir un día más.
Miré a Adrián y respondí: —Diez días, creo.
—Diez días —Sofía exclamó con un tono desalentado.
Cuando llegamos al hotel, Sofía ya se había quedado dormida; la llamé varias veces sin éxito, así que finalmente me incliné cerca de su oído y le dije: —Si no te despiertas, haré que Adrián te cargue.
—¡Está bien, un abrazo! —Sofía extendió los brazos.
Me hizo reír, así que la tiré suavemente: —Apúrate.
Sofía, con los ojos entrecerrados, me siguió al ascensor y, justo al llegar a la puerta de la habitación, Adrián, que había estado callado, habló: —Carmen, necesito hab

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