Capítulo 157

—Estaba pensando que si te preocupabas, vendrías a buscarme, así que te dejé eso— respondió Adrián de manera muy natural. Yo, como un tonto, dije: —¿Así que saliste envuelto de esa manera a propósito? La nuez de Adrián se movió. —No, escuché sonar mi celular y quise salir a contestar; no pensé que fuera tan coincidencia... Sí, es una gran coincidencia. Afortunadamente, su figura es muy buena, así que no perdí nada al mirarlo. En el camino a Casa Vargas, Adrián no habló; pensé que estaba nervioso. —En Casa Vargas solo tienes que saludar; yo responderé cualquier pregunta. Adrián, —Mm. —Si Alejandro también está ahí y dice algo desagradable o incómodo, no te sientas obligado a ser cortés— le dije. Adrián, —Está bien. —Por cierto, tenemos que ponernos de acuerdo en lo que diremos; solo dirás que nos conocimos en Venturis, que tú... tienes interés en mí y viniste a Venturis a cortejarme— me sentí un poco avergonzada al decir esto. Adrián, —Eso no debería ser un problema.