Capítulo 191

Después de hablar, recordé algo que quería preguntarle desde ayer: —¿Esas personas no te molestaron más, verdad? Al decir esto, miré inconscientemente sus manos y su rostro; afortunadamente, no había ninguna herida. —No —respondió Adrián, pareciendo entender mi preocupación—. Aunque lo hubieran hecho, no son rivales para mí. ¡Qué autoridad! Terminé la última cucharada de comida y le pregunté: —¿Has descubierto algo sobre el accidente de tu padre? ¿A quién has encontrado? ¿Por qué te amenazan así? Adrián me miró. —Ellos temen que descubra la causa de la muerte del jefe de mi padre. Adrián habló de manera indirecta, dejando un misterio pendiente, por lo que tuve que seguir preguntando: —¿El jefe de tu papá era alguien importante? ¿Su muerte podría afectar los intereses de otros? —Ha pasado más de una década desde su muerte; los intereses ya no existen. Tienen miedo de que los hijos que dejó el jefe de mi papá los odien. —las palabras de Adrián me apretaron inexplicablemente la garganta.