Capítulo 238

Vicente quiere provocar; puedo fingir que no lo sé, no responder, pero no puedo posponer el encuentro con Salvador. Sin embargo, él me envía mensajes tan tarde, el momento nunca es el adecuado. Si respondo ahora, podría aprovechar para hacer otras peticiones. Si acepto, no es bueno; si no acepto, temo que use eso como excusa para hablar con Salvador. Por lo tanto, lo mejor es ignorarlo como ayer. Continúo hablando con Ana. Antes había dicho algo que no percibí, y entonces escucho que me pregunta: —¿Así que ya establecieron la relación y ya está, no hay un siguiente paso? —¿Qué siguiente paso? —pregunto, aún distraída por el mensaje de Vicente. —El siguiente paso en una relación amorosa, obviamente, es el sexo. —dice Ana con un tono travieso. De repente comprendo: —A eso te refieres. Adrián es un hombre serio, ¿sabes? —¿Que un hombre serio no tiene deseos? ¿Que no procrea? —responde Ana con dos preguntas incómodas, y luego suspira: —Alejandro también era muy serio. Me quedo callada de g