Capítulo 265

Él permitió que manipulara su rostro y continuó hablando: —¿Recuerdas lo que dijiste? —No sé, de todos modos, todo lo que tú dices parece inventado. —me negué a admitir que había hecho tantas cosas impúdicas. —Dijiste que eso era como sellar un pacto, me besaste y dejaste tu marca, y que ya era tuyo, que cuando crecieras te casarías conmigo y que no debería casarme con nadie más que contigo. —Adrián confesó, bajando la cabeza de repente. —Carmi, he seguido tu mandato, he vivido más de treinta años sin tener una novia, sin sentir atracción por otra mujer, ni siquiera he tomado la mano de otra; te he esperado honestamente, así que debes responsabilizarte de mí. —Adrián expresó con un tono victimista, como esperando que me sintiera aún más culpable si le rechazaba. Siempre pensé que Alejandro era el chico que conocía desde la infancia y que me gustaba, pero ahora me doy cuenta de que estaba equivocada. Adrián y yo realmente nos conocíamos desde niños y nos gustábamos mutuamente,