Capítulo 270

—¡Hola, Carmen! Luis me saludó con una sonrisa en el rostro. —Te he estado esperando casi una hora, llegaste tarde hoy. —me señaló Luis, mirando su reloj de pulsera mientras hablaba. Contuve mi enojo con esfuerzo y me acerqué a él. Hoy no llevaba tacones, sino zapatos planos, dado que mis piernas estaban demasiado adoloridas. —¿No te sientes bien hoy, Carmen? —preguntó él, notando algo extraño en mí con una mirada perceptiva. Mi paso vacilante se desordenó un poco. Decidí no seguirle el juego y simplemente me senté con firmeza frente a él: —Dime, ¿qué quieres hacer? Él cambió de tema sin seguir el mío: —¿No dormiste bien anoche? Luis parecía saber algo, cada pregunta era más directa que la anterior. Enderecé mi postura incómodamente: —Habla si tienes algo que decir, si no, vete antes de que llame a la policía por acoso. —Jaja. —rió Luis. —Todavía guardas rencor. —Basta de tonterías, ¿qué es lo que realmente quieres? —Ya tenía mi móvil en la mano. —Quiero cortejarte. —Luis sonrió br