Capítulo 301

Adrián suspiró con resignación y dijo: —Porque tú eres la persona que me hace olvidar todos mis principios. Cada palabra que pronunciaba parecía natural, sin intenciones de manipular emocionalmente, pero cada frase era un elogio de alto calibre. Como suele decirse en línea, no menciona el amor en cada frase, pero todas giran en torno al amor. Mi nariz se arrugó un poco, aún masticando el pastel, le dije con la boca llena: —Adrián, ven aquí. —¿Por qué? —me miró, confundido. —Ven aquí porque te lo pido. —Volví a ser caprichosa. Se levantó y se sentó a mi lado. Apenas tocó el sofá, apoyé mi cabeza en su hombro. Él se mostró visiblemente sorprendido y le dije: —Es más agradable comer así. Rió con una risa suave que también me hizo reír a mí en secreto. Después de comer, salimos del hospital y volvimos a casa. Cuando Adrián me acomodó, le pregunté: —¿Vas a dormir aquí o vuelves a tu habitación? —¡Aquí! —respondió sin dudar. De repente recordé la escena de él haciendo flexiones y tomando duc