Capítulo 155
La mirada gélida de Braulio se posó sobre la señorita Rosa mientras lentamente levantaba el cuchillo para romper huesos.
Colocó el filo del cuchillo en su delicado cuello.
La sangre del cuchillo goteaba lentamente.
Las gotas de sangre rojas caían sobre su piel limpia, dispersando un olor a sangre.
La señorita Rosa no pudo evitar un temblor en sus párpados, un atisbo de terror cruzó sus hermosos ojos, pero pronto se calmó.
Ella observaba cuidadosamente al hombre frente a ella.
Este hombre tenía un rostro severo, una mirada aguda, su cuerpo no era robusto, pero parecía emanar una ferocidad y fiereza bestial.
Parecía que en el próximo segundo, ella se convertiría en la presa de este hombre.
Instintivamente quiso retroceder, pero finalmente no se atrevió a moverse ni un poco: —El que quería matarte era Julián.
No yo, no tienes por qué hacer esto conmigo, una mujer.
Braulio esbozó una fría sonrisa: —Antes dijiste que colaborarías con Julián para detenerme.
No te mataré, romperé tus dos pier

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda