Capítulo 194
Enrique alzó la mano para rechazar el café que la mujer le ofrecía y al ver a Mónica, no dudó en despedirla sin rodeos: —Mónica.
No digas nada.
Te respeto, así que mejor vete.
Mónica sonrió, tragándose las palabras que estuvo a punto de decir.
Vaciló un momento antes de hablar: —Presidente Enrique, no intento cambiar tu opinión, solo quiero entender la situación.
Cualquier aspecto con el que no estés satisfecho, puedo ajustarlo.
Su actitud era extremadamente humilde.
Enrique continuó negando con la cabeza: —No importa lo que digas, retiraré mi inversión. ¡Vete ahora o llamaré a seguridad!
El rostro de Mónica cambió ligeramente.
Braulio, sonriendo, intervino: —¡Déjame hablar con él!
Mónica negó con la cabeza: —Si yo no pude, tú menos.
Braulio, como si no hubiese escuchado, se acercó a Enrique y le mostró la pantalla de su móvil.
Enrique echó un vistazo y, asombrado, miró a Braulio: —¿Es... es en serio?
Braulio guardó su móvil y asintió solemnemente.
Enrique, a punto de decir algo al ve

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