Capítulo 214
Sin embargo, Braulio la animó a ir a pedir el dinero.
Braulio asintió con la cabeza:—Claro que hablo en serio.
Salomón tomó el dinero y no cumplió con su trabajo, ¡así que debe devolverlo!
Mónica se sintió algo decepcionada. Braulio era muy competente, pero demasiado recto; no entendía en absoluto la complejidad del mundo de los negocios y la política. Suspiró y dijo:—Olvídalo, no se puede recuperar.
Braulio respondió con confianza:—¿Quién dijo que no se puede recuperar? Si estás ocupada con el trabajo, yo mismo iré a pedirlo.
¡Te aseguro que lo recuperaré!
Mónica se enojó un poco. Siete millones de dólares no eran una cantidad pequeña.
Si realmente pudiera recuperarse, ¿cómo iba a dejarlo pasar?
Al ver la seguridad de Braulio, decidió dejarlo intentarlo:—Está bien, ve tú.
Dentro de la mansión.
Salomón estaba furioso:—¡Maldita sea! Ezequiel cree que por conocer a unos cuantos peces gordos puede pasar por encima de mí.
¡Ya verá! Lo haré arrepentirse.
Zahir, al ver a su pa

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