Capítulo 295
¡Vete!
Alicia, al ver que su mamá había llegado, se escondió rápidamente detrás de Braulio, asomando medio cabecita y mirando a Lorena.
Como si temiera ser llevada.
Lorena tenía una expresión amarga; cuando decidió divorciarse, despreció a Braulio, haciéndolo parecer sin valor.
Se sentía como un cisne blanco en el cielo.
Pero ahora era un gallo al que le habían plucked las plumas, echada fuera nada más entrar.
Pero solo podía hacer como si no hubiera escuchado: —Braulio, ayúdame.
Debo mucho dinero, me están reclamando, estoy atrapada.
Braulio respondió fríamente: —Tú te llevaste la empresa, y ahora que estás atrapada.
¿Qué tiene eso que ver conmigo?
Lorena se veía mal; lo que decía Braulio era la verdad, pero...
realmente estaba atrapada: —Por lo que vivimos, por favor, ayúdame.
Braulio soltó un resoplido: —Por lo que vivimos, me gustaría darte un par de bofetadas.
...
Lorena miró a Braulio, con los ojos llenos de lágrimas: —Si quieres golpearme, entonces hazlo.
Yo

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