Capítulo 298
Flavio preparó un café y se lo pasó a Braulio.
Al escuchar lo que Braulio decía, Flavio se quedó con la mano en el aire: —¿Qué quieres decir?
¿Que me han puesto en la mira?
¿Soy tan popular?
Braulio tomó la taza, sonriendo: —Eres como una viuda tras un divorcio, muy preciada.
De hecho, muy popular.
Flavio le lanzó una mirada a Braulio: —Hablas muy bien, sigue explicando.
¿Quién me ha puesto en la mira?
¿Qué quieren de mí?
Braulio sacudió la cabeza: —No soy un parásito dentro de ellos, no tengo idea.
Flavio sintió que Braulio tomaba el asunto demasiado a la ligera, casi como si estuviera bromeando: —No estarás bromeando, ¿verdad?
Braulio señaló hacia la entrada del establecimiento: —¿Ves eso?
Esos coches han estado vigilando la puerta de tu tienda.
Al principio pensé que eran gente de Tomás, pero ahora creo que no lo son.
¿Qué?
Flavio se levantó de un salto, con una expresión de sorpresa, mirando hacia la entrada y fijándose en esos coches.
Parecía como si los estuviera descubr

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