Capítulo 345
El conductor, aterrorizado, sentía su corazón latir con fuerza, percibiendo las frías tijeras en su cuello, sin atreverse a moverse:—Ya no quiero el dinero del taxi.
No quiero el dinero.
No voy a sacar un cuchillo por unos pocos dólares.
Vete ya.
Te lo ruego, por favor no hagas algo tan tonto. Si no tienes dinero, yo puedo dártelo.
Lorena mostró una extraña sonrisa en su rostro, sacó varios fajos de billetes de su bolso y dijo:—¿Crees que no tengo dinero?
Solo te estaba probando.
¡Cobarde!
Dicho esto, empujó la puerta del coche y se alejó.
El conductor observó su figura alejarse y murmuró:—Mujer loca, tonta, tiene dinero y no lo da... ¿Para qué me pone a prueba?
Al final, te vas a matar sola.
Tras maldecir un par de veces, el conductor pensó que había tenido un mal día y arrancó el coche.
Lorena se dirigió hacia la familia Hernández. Después de la "prueba de valor" anterior, empezaba a sentirse más segura.
Ahora confiaba aún más en el plan que estaba a punto de llevar a cabo.
Grupo Dí

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