Capítulo 89
Mateo tenía una expresión desagradable mientras decía: —Señor Vicente, esta tarde no comprendí su fuerza, le ofendí y por eso le pido disculpas. Todos somos maestros, por favor, concédame ese honor.
—Mi honor tiene valor, pero el tuyo aquí no vale nada.
Vicente, tras pronunciar esas palabras, se movió de repente y se lanzó hacia Mateo.
Mateo intentó contraatacar, pero Vicente le interceptó el puño y le propinó una bofetada en la cara.
La bofetada de Vicente no fue leve; lanzó a Mateo por los aires, haciéndolo caer al suelo y rodar dos veces.
Mateo escupió sangre y perdió una muela del juicio.
—¡Vicente! ¡Soy un maestro y además un invitado distinguido, y aún así te atreves a golpearme!
Gritaba Mateo, furioso.
¡Pum!
Vicente se acercó de nuevo y le dio otra bofetada, enviando a Mateo volando otra vez.
—¿Invitado distinguido? Aquí no eres nada y te golpeo porque sí.
Vicente replicó fríamente.
Mateo tenía la cara hinchada, con marcas rojas de dedos claramente visibles, y

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda