Capítulo 1223

Jolene frunció los labios con leve decepción. Fue entonces cuando el primer hombre que se había quejado fijó su mirada en Jolene, observándola de arriba abajo. Eso la hizo sentir mal del estómago. El hombre chasqueó la lengua y dijo: "Maldita sea, justo cuando estoy estresado y no tengo dónde desahogarme, esta chica tiene una figura decente, pero es una lástima, tiene una cara que solo una mamá puede amar". Los otros hombres también dirigieron su mirada hacia Jolene, que estaba desconcertada. Sin embargo, su belleza no podía ser eclipsada. Si alguna vez existió un ángel, se parecería a ella; para ser precisos, se parecería a la mitad de su rostro. Desde las cejas hasta la boca, cada rasgo era delicado. Por desgracia, una horrible y feroz cicatriz marcaba la otra mitad de su rostro. La cicatriz era extremadamente espantosa y destruía por completo la estética de la mitad perfecta de su rostro. Era mucho más que feo: parecía un demonio que hubiera salido del infierno. El grupo de hombres