Capítulo 15
Andrea sollozaba; se frotó la cara varias veces, detuvo el llanto y lo empujó con fuerza.
Él, tomado por sorpresa, cayó al suelo. Ella, en cambio, soltó un suspiro y, con voz ronca, dijo: —¡Hum! Te burlabas de mí, pero tú también estás igual de miserable; te lo mereces.
Él estuvo a punto de reírse de la rabia, pero no la culpó. Le tomó la mano para llevarla a casa.
—Ya, Andrea, basta de hacer berrinche. Has estado fuera bastante tiempo, es hora de volver.
—¡No quiero! —Ella le soltó la mano—. No quiero volver a casa, no quiero ver a Simón y Yolanda casándose. Dame un poco más de tiempo; déjame calmarme fuera. Si lo pienso bien, terminaré aceptándolo.
—No voy a arruinar su relación. Volveré cuando pueda aceptar que se van a casar. No trates de convencerme para regresar.
Lorenzo, recordando todo lo que había pasado en la realidad, se mostró inflexible. —No. Hoy tienes que volver conmigo; si no, ellos se van a preocupar.
Aunque habló con firmeza, ella seguía sin convencerse.
—No me va a p

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda