Capítulo 139

Al poco tiempo, Joanna regresó en compañía de Bismarck. "¡Señorita Alexia, buenos días!", la saludó el hombre altivamente. El secretario había estado al servicio del señor Franks durante más de veinte años, y en ese tiempo había adquirido algunas de las maneras de su jefe, por lo que ahora sonaba tan arrogante como él.  Alexia percibió el menosprecio oculto en el saludo, así que respondió en consecuencia: "¡Buenos días, señor Bismarck! ¿A qué debo el honor de su visita?", preguntó con ironía. Ella siempre había respetado al secretario, y era la primera vez que le hablaba en ese tono. El señor Franks la desdeñaba y, desde luego, Bismarck hacía lo mismo, pese a que la verdadera identidad de la chica era conocida por todos.  Tal vez se debía a que, simplemente, estaban acostumbrados a hacerlo, y podía decirse que ahora no la trataban mejor que antes. Sea como fuere, Bismarck no estaba muy contento con la misión que le había encomendado el señor Franks, pero como no tenía otro remedio que