Capítulo 62

Pero pronto Elena negó sus pensamientos subconscientes. No, ¡a ella no le gustaba Sergio! Debe ser porque Sergio es tan detestable que ella siempre termina pensando en él. Laura captó la expresión de Elena de inmediato: —Vaya, Eli, ¿así que realmente te gusta alguien? ¿Quién es? Vamos, cuéntame. —No, no me gusta nadie. Laura bromeó: —Tu cara está tan roja, ¿y dices que no? Elena se levantó de prisa y se dirigió a su habitación. —Voy a tomar una siesta ahora, tengo que trabajar esta noche. Laura puso el último sushi de hígado de ganso en su boca: —¿No descansarás unos días más? —¿No se dice que estar ocioso y no ganar dinero es un pecado? De hecho, mi rodilla ya no duele, puedo caminar normalmente, así que por supuesto que tengo que ir a trabajar para ganar dinero. —Está bien, lo mismo de siempre, si no puedes más, solo relájate, no nos matemos trabajando, ¿de acuerdo? —Entendido. — Elena miraba los mensajes en su celular. [Este lugar tiene sushi delicioso, ¿te gusta?] [Si te gusta, la