Capítulo 153 Inconformidad

—¡Hum! Claro, tú no te preocupes por nada. Ahora solo tienes la cabeza llena de Mónica. No sé qué le ves de bueno a esa mujer, la verdad. —¡Mamá!—Pablo hizo cara de pocos amigos, visiblemente molesto. —Está bien, no digo más. Total, diga lo que diga, no me haces caso. Laura, al ver su expresión de disgusto, se sintió contrariada, pero no dijo nada más. De todos modos, cuando Mónica se case con él, se encargará de enseñarle bien las reglas. No va a permitir que Mónica se le suba a la cabeza y termine dominándola. Poco después, Manuel llegó con su familia a la casa. Pablo, al oír las voces, levantó la vista y, en cuanto vio a Mónica de pie junto a Isabel, sus ojos se iluminaron al instante. Ella llevaba un vestido largo completamente blanco; la capa del vestido caía con delicadeza sobre su cintura y sus tobillos, moviéndose con el viento. Lucía un maquillaje tenue; sus cejas eran como montañas lejanas, sus labios recordaban a los cerezos en flor. Su rostro, de facciones delicadas, atrapa