Capítulo 15 Mirarlo mal

Mónica levantó la mirada, indiferente, y repitió: —Presidente Pablo. Pablo, molesto, resopló y dijo: —¿Mónica, estás tratando de enojarme con esto? ¿Quieres que me rinda y te pida disculpas? Al escuchar sus palabras, una sombra de decepción cruzó los ojos de Mónica. Ya no tenía nada más que decir. —Ya he terminado con el trabajo que tenía pendiente. Aquí está mi solicitud de renuncia. Sacó una hoja de papel y la puso sobre la mesa frente a Pablo. El hombre la miró brevemente, y su rostro se oscureció aún más. Extendió la mano, arrugó la solicitud de renuncia y la tiró al suelo. —No la acepto —dijo, con la voz cargada de ira. Mónica no cambió de expresión, y con tono frío dijo: —Aunque no la aceptes, yo igual me voy. Solo quería avisarte. —¡Mónica! —Pablo golpeó la mesa con fuerza y se levantó, furioso. Sus ojos la miraban con rabia—. En realidad, siempre quisiste dejarme, ¿verdad? Porque ya has encontrado a otro. Al escuchar sus palabras, Mónica frunció el ceño y re