Capítulo 172 Engañarse a uno mismo

Estos últimos días, Julia había estado acompañándola, llevándola y trayéndola de la escuela. Pablo no había tenido la oportunidad de hablar a solas con ella. Pasaron cuatro días y, al final, Pablo no pudo contenerse y detuvo a Mónica fuera de la escuela. —Moni, quiero hablar contigo en privado.—Su tono fue sincero, con un toque de precaución, muy diferente de su actitud habitual, que solía ser arrogante, claramente había rebajado su postura. —Pablo, ¿no temes que le cuente a tu abuelo que sigues acosándome? Mónica evitó la mano que él extendió hacia ella, advirtiéndolo con un tono de voz firme. Pablo apretó los labios y, con un tono de voz grave, respondió: —Si le dices al abuelo, no dejaré de insistir en ti. —Eres más pegado que chicle en sandalia. Julia había llegado un poco tarde el día de hoy. Al ver que Pablo había detenido a Mónica, se bajó del auto apresurada y caminó hacia ellos. Después de escuchar lo que Pablo decía, comenzó a insultarlo sin ningún tipo de piedad. Pablo la mi