Capítulo 20 Intercepción

—¿Entonces ya le explicaste lo del anillo a Mónica? —No —respondió Pablo—: Ella ni siquiera me ha pedido disculpas por lo de Sara, y hasta me ha propuesto romper. ¿Por qué debería explicarle nada? ¡A ver cuánto tiempo puede aguantar! Eduardo frunció el ceño al escuchar esto. —Pablo, eres un terco. Dime la verdad, ¿te has enamorado de esa mujer llamada Sara? Pablo lo miró con algo de impaciencia y respondió: —No, Sara perdió a sus padres cuando era pequeña y creció en un orfanato. Ha sido difícil para ella llegar hasta donde está, la compadezco y la trato como a una hermana. No sé a qué vas con esas ideas. Eduardo suspiró aliviado y dijo: —Menos mal. Si no quieres terminar con Mónica, entonces habla con ella y aclara las cosas, no dejes que la situación empeore más de lo que ya está. Cuidado, no vaya a ser que después te arrepientas. —¿Arrepentirme de qué? —replicó Pablo con desdén—. Mónica ha estado conmigo tantos años, no creo que ella realmente pueda dejarme. Incluso si t