Capítulo 67 Dolor

—No, tranquila el tío Sergio, hace poco llegó al igual que tú. Julita, ¿me puedes dar mi celular? Mónica habló rápidamente, deteniendo a Julia. Julia caminó directo hacia ella, le entregó el celular y, mientras miraba de reojo a Sergio, sonrió con simpatía y dijo: —Presidente Sergio, muchas gracias por ayudar a Moni esta vez. —No te preocupes, es lo que debía hacer. Respondió él con voz distante, sin mostrar la más mínima emoción. Sin embargo, Julia pudo percibir con claridad que él no estaba nada contento en ese momento. ¿Acaso fue porque entró de repente? Mónica insertó entusiasta la tarjeta SIM, encendió el celular, abrió la agenda de contactos y se lo entregó a Sergio. —Tío Sergio, ¿podrías ingresar de nuevo el número, por favor? Sergio tomó el celular, guardó el número y, con una voz grave, preguntó: —¿Qué ocurrió estos dos últimos días? Mónica se quedó por un momento sorprendida, mordió sus labios y no respondió. Julia, que estaba a su lado, no pudo evitar interrum