Capítulo 91 Repulsión

Ella apretó los labios con rabia y dijo: —Eduardo, no necesitas disculparte, lo que suceda entre él y yo no tiene nada que ver contigo. —Mónica, sé que estás enfadada, ya he reprendido con severidad a Pablo, y él también ha reconocido su error. Sin embargo, conoces su fuerte carácter: siempre ha sido obstinado, con un orgullo innato. Pedirle que se disculpe humildemente es algo complicado. —Pero si alguien comete un error, ¿no debería disculparse? Preguntó ella con calma y frialdad, haciendo que Eduardo en ese momento se detuviera; suspiró con suavidad y respondió: —Mónica, ambos sabemos cómo es Pablo. Que haya ido a buscarte ya es de por sí una manera de pedir disculpas. Como novio, fue un error no manejar de forma adecuada sus relaciones con otras mujeres. Pero Mónica, la persona a la que Pablo ha amado desde siempre eres tú, quizá ni él mismo se dé cuenta de lo importante que eres para él. Estos días ha estado ahogando sus penas en alcohol y, aunque se resiste a admitirlo, cada