Capítulo 17

—No. —Jairo la rechazó con frialdad y sin piedad. Todo el afecto que mostró a Lorena se desvaneció al descubrir cuántas veces dañó y traicionó a María. La miraba huir con desesperación, pero en sus ojos solo quedaba indiferencia. —Háganlo. Lo que le debes a María, lo que le debes a Arturo, lo vas a pagar. Apenas lo dijo, médicos y enfermeras la sujetaron, le aplicaron anestesia y la llevaron al quirófano. La operación, al final, comenzó. Dentro, Lorena gritaba de dolor, desgarrada, como si la vida se le escapara en cada alarido. La extracción de médula era un tormento indescriptible. Cuando todo terminó, se sentía completamente quebrada, debilitada hasta el extremo, con la sensación de que su cuerpo se desmoronaba. Pero Jairo no la miró. Se levantó con sus guardaespaldas y la dejó tirada en el hospital. Solo pronunció unas últimas palabras: —A partir de hoy, se terminan todas las ayudas para Lorena. Desde ahora, no tengo nada que ver contigo. Al escucharlo, Lorena se desplomó en la cam