Capítulo 1108
La persona golpeada, al darse cuenta de que era Francisco, también se mostró algo sorprendida.
—Lo... lo siento, iba rápido y no te vi. No fue a propósito.
Nuria se apresuró a disculparse.
Francisco quedó paralizado solo por un instante, pero pronto recuperó su expresión habitual.
—No hay problema.
Luego, simplemente levantó el pie y comenzó a alejarse.
—¿Cómo... cómo has estado últimamente? —Nuria, desconcertada, le preguntó.
Francisco, con una actitud fría, respondió: —Bien.
Nuria lo observó mientras se alejaba.
No esperaba que, después de tanto tiempo sin verse, él fuera tan indiferente con ella en su reencuentro, como si siempre hubieran sido unos completos extraños.
Por un momento, su rostro palideció.
En ese instante, un hombre se acercó.
Llegó hasta Nuria y la abrazó.
—¿No ibas al baño? ¿Por qué te detuviste y no entraste? —preguntó el hombre.
Con el rostro aún pálido, Nuria forzó una sonrisa. —Acabo de chocar con alguien.
—¿Te lastimaste?
—No.

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda