Capítulo 1797

Denisse se quedó parada, atónita. Su rostro palideció aún más. Lo único que quedaba en sus ojos era el pánico. ¿Esto era un verdadero adiós? ¿Ya no la quería en su vida? Desde que estaba con Ignacio, nunca había pensado que sería abandonada de esa forma. Siempre había confiado en sí misma, siempre había pensado que era la única ante los ojos de Ignacio, que era un ser único, incomparable. Pero ahora... Las palabras de Haila la habían despertado de un terrible sueño, incluso la habían obligado a enfrentar la situación actual. Ya no tendría a alguien que la respaldara económicamente. Ya no podría hacer lo que quisiera como antes. Ella... En ese preciso momento, Haila, que había regresado a la villa, se paró junto a la ventana del segundo piso, mirando hacia la puerta principal. Al ver a Denisse todavía muy desolada allí, hizo mala cara y luego miró la hora, antes de llamar a Ignacio. El teléfono apenas sonó unas veces antes de que Ignacio contestara. —¿Hermano, no les has explicado bien