Capítulo 1842

Unos días después. Mercedes por fin se había recuperado. Sus contactos habían sido eficientes, redimiendo a dos mujeres del club. Ambas provenían de familias pobres. Una era más hermosa que la otra. Y ambas con talentos excepcionales. —Señora Mercedes, estas dos mujeres acaban de ser traídas del club La Noche Dorada de la ciudad A. Han sido entrenadas desde pequeñas para complacer a los hombres y no han sido medicadas, pueden tener hijos si así lo desea. Al escuchar esto, Mercedes perpleja entrecerró los ojos y las examinó con detenimiento. No cabía duda alguna, las dos mujeres frente a ella eran como demonios. Demonios capaces de seducir el alma de un hombre. Incluso ella no pudo evitar mirarlas un par de veces más. Este tipo de mujeres atractivas que podían arruinar a un hombre eran un regalo para Bernardo. Incluso si Jaime estuviera en buena forma física, ella nunca les permitiría acercarse a Jaime. —A partir de hoy, ustedes deben obedecerme en todo. ¿Saben cuáles son las consecuenc