Capítulo 582
Alejandro estaba realmente en una reunión.
Una reunión que duró media hora.
Cuando vio que Ana le había llamado y enviado mensajes, echó un vistazo al reloj y devolvió la llamada.
Solo pasaron unos segundos antes de que se conectara la llamada.
—Acabo de estar en una reunión, ¿ya estás en camino?— preguntó.
Al escuchar la pregunta de Alejandro, Ana también oyó el sonido de un encendedor y respondió suavemente: —Sí, estoy en camino, justo acabo de entrar a la autopista.
Alejandro abrió su encendedor, pero no encendió el cigarrillo, colgando su mirada con un perfil profundo y una leve frialdad en su expresión, —Avísame cuando llegues.
—Está bien.
—Ten cuidado,— añadió Alejandro.
Las pestañas de Ana temblaron ligeramente, —Está bien, no te preocupes, cuidaré de mí misma.
En el momento en que terminó la llamada, Ana sintió de repente un vacío en el pecho, pesado y algo incómodo.
—¿Alejito fue quien te llamó?— preguntó Don Fernando con una sonrisa.
Ana recogió sus pensamientos, —Sí, le dije

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