Capítulo 51 Pedir la ayuda de Baldomero para salvar a Ariadna, Julia se suelta

—Mi madre y mi hermana no me drogaron, no me maltrataron. Estaba tan cansada que, después de cenar, subí a dormir. —No conozco a la señorita Silvia. —¡Ariadna!—Silvia abrió los ojos desmesuradamente, claramente incapaz de creer que estuviera diciendo eso.—Ariadna, ¿te han amenazado? Si te han amenazado, solo dilo. —Ariadna, no tengas miedo, pase lo que pase, yo te voy a ayudar. —Señorita Silvia, de verdad, no la conozco.—Ariadna interrumpió las palabras de Silvia, mirándola fijamente.—Ahora, por favor, lárguese, quiero descansar. El corazón de Silvia se hundió de golpe. La observó fijamente, pero Ariadna la miraba con indiferencia, y su tono era tan tranquilo que no parecía estar bromeando. —Está bien, ya lo sé. Silvia no dijo nada más, solo asintió suavemente. —Silvia, te lo mereces.—Maika comentó con malicia desde un costado.—¿Cómo te sientes al darte cuenta de que te hiciste ilusiones y te pegaste un batacazo con la frialdad de alguien que no te corresponde? Silvia solo