Capítulo 15

Mercedes fue obligada a abortar y, cuando su cuerpo aún estaba débil, fue arrojada al manicomio. Ella yacía en la cama como una muerta, pálida como el papel. Parecía que toda la fuerza se le había escapado del cuerpo. Esteban apareció frente a ella y le arrojó aquellos documentos y pruebas a la cara con violencia. —¿De verdad creías que nadie sabía lo que habías hecho? —¡Incluso fuiste capaz de hacerle daño a tu propio hijo de sangre, eres una desgracia como madre! Mercedes miró aquellas fotos y documentos. Palideció al instante; sabía que todo lo que había hecho había quedado al descubierto. Sus labios temblaban, quiso explicarse, pero se dio cuenta de que no tenía nada que decir. Esteban la miró con frialdad, sus ojos negros estaban llenos de hielo. —Mercedes, te di innumerables oportunidades, pero tú misma decidiste arruinarte. —A partir de ahora, no te permitiré volver a ver a Luisito. Quédate tranquila y pasa el resto de tu vida aquí en el manicomio. Mercedes miró la espalda de Es