Capítulo 14

En cuanto a lo que hace Pablo, yo tampoco logro entenderlo. Últimamente está muy raro, tras mi ruptura con Ramón, apareció de la nada, me mandó a reparar un reloj solo para burlarse y, delante de todos, dijo que yo era la señorita de los Cisneros. Pero lo más raro fue lo que dijo ayer al traerme de vuelta. Solo de pensar en sus rarezas se me eriza la piel, pero Daniela seguía esperando que le explicara por qué Pablo actuaba así. Tras pensarlo un rato, le di mi teoría: —Creo que se golpeó la cabeza con una puerta, y no está del todo bien. —¿Qué? —Me miró sorprendida. —O sea, que en estos días algo le falla. Cuando se le pase, todo volverá a la normalidad. Pablo debería odiarme, así que este comportamiento extraño no podía ser más que una casualidad. No hablamos más y las dos nos quedamos profundamente dormidas. A la mañana siguiente, Daniela me despertó temprano. —¿Qué pasa? —Pregunté medio dormida. —Si todavía no es hora de clase. Ella tomó una caja de la cama, con el rostro lleno de c